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Los caballos árabes

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Los caballos arabes son la raza más pura y antigua que existe en el mundo del caballo. Para muchos entendidos en la materia se trata del caballo más hermoso. Existen referencias artísticas de esta raza desde al menos 2.500 años antes de Cristo, y los pueblos más relacionados con él desde la antigüedad son los que habitaban el desierto.

Más tarde, gracias a las conquistas musulmanas, su gloriosa raza se extendió por el resto del mundo.

Los caballos arabes se caracterizan por su buena salud, inteligencia y belleza. Una de sus características físicas es su cabeza corta y fina. En la imagen que acompaña al artículo se puede apreciar su perfil, su cabeza corta y fina y la forma de su cuello arqueada. Debido a esto su cruz también es redondeada y su cuerpo largo y recto. Sus extremidades son largas y muy fuertes, con tendones bien definidos. La nariz y las orejas del caballo arabe suelen ser pequeñas y sus ojos grandes.

Su cabeza tiene una gran movilidad debido a la curva característica de su cuello. Sus ojos son muy vivos y expresivos, siempre de riguroso color negro, rodeados de una piel muy fina sobre los párpados. Las orejas son pequeñas respecto al conjunto de la cabeza, con las puntas convergentes y con gran movilidad.

Su alzada suele variar entre los 143 y 152 cm. y su cola tiene un nacimiento alto con un suave tacto sedoso, al igual que su crin.

Su gran movilidad se debe al arco que se forma al unirse la cabeza y el cuello, conocido como mitbah, lo que le facilita cambiar de dirección con soltura y rapidez. Su andar es bastante característico ya que suele llevar la cola en alto y la cabeza erguida. Una vez en carrera, la elegancia de su galope hace que el que lo contemple lo admire.

Con una antigüedad de más de mil años, el caballo arabe ha sido fundamental en la mejor de otras razas equinas, ya que el árabe fue la raza elegida por los europeos para mejorar sus razas continentales, utilizando para dicho propósito sementales árabes y cruzándolos con yeguas europeas.

Uno de los aspectos más característicos del caballo árabe es su resistencia.

Como curiosidad, destacar que tiene una formación ósea peculiar, con 17 costillas, en otras razas es de 18, 5 huesos lumbares, en otros caballos suele ser de 6, y cuenta con 16 vértebras, cuando lo normal son 18.