Apuestas Caballos

Las carreras Maiden son aquellas en las que ninguno de sus participantes ha ganado antes. Normalmente los propietarios prueban a sus caballos en carreras Maiden, por lo que suelen ser ejemplares jóvenes los que compiten en ellas. 

A la hora de apostar en carreras Maiden nos encontramos con un factor que, según se mire, puede ser favorable o desfavorable para los intereses del apostador de carreras de caballos. Muchos de los participantes en carreras Maiden no tienen apenas experiencia, por lo que casi no hay datos pasados a los que acudir para identificar si un caballo es bueno en una determinada distancia o condiciones. Más aún, en las Maiden es habitual que varios caballos debuten, por lo que no existirá ni un solo registro anterior sobre ese caballo.

Hay unos caballos a los que es interesante prestar atención cuando se trata de analizar carreras Maiden para apostar. Estos son aquellos caballos que disputan su segunda carrera. Pero no todos, sino aquellos que en su debut hicieron un mal papel. Esos caballos a buen seguro que tendrán unas cuotas suculentas y en algunas ocasiones, aquellas en las que el pedigree del caballo así como sus condiciones sean favorables, esas cuotas estarán cargadas de value por ser tan elevadas.

Probablemente en una estrategia basada en apostar a este tipo de caballos tras un buen análisis previo, daría un índice bastante bajo de aciertos. Ahora bien, la magnitud de las cuotas sería tal, que posiblemente compensara con creces y generaría beneficios en el medio-largo plazo.

En muchas ocasiones el debut del caballo se produce tan solo para probarlo en competición oficial, para que corra al lado de otros caballos y con un jockey forzándolo. Pero el objetivo no es ganar. En cambio, en la segunda carrera ya si se va a tope, de ahí lo expuesto anteriormente. 

Un factor bastante importante a tener en cuenta es que se produzca un cambio de jockey entre la carrera del debut y la segunda, especialmente si el cambio implica que un jockey mejor sea el que monte al caballo en la segunda. Ese cambio deja a las claras las intenciones del propietario del caballo de ir a disputar la carrera, no como en el debut donde cualquier jockey podía montar al caballo.